Carmel, Monterrey, San Francisco



Inspiración y refugio de artistas,pintores, intelectuales, poetas, y bohemios, este precioso pueblo de California cuenta además con playa de fina arena blanca y es una de la más bonitas, o eso dicen, de la costa oeste. Paseando por sus calles se encuentran algunas casas de los años veinte del siglo pasado, chimeneas de piedra asimétricas, puertas redondas, tejados retorcidos y formas singulares. Diseñadas en su día como casas de campo hoy parecen creadas para un cuento. Carmelo by The Sea, mantiene en cierto modo su espíritu rebelde, no existen los números de casas y por ende no hay buzones, ni farolas, ni neón. Y según se dice,


están vetados los zapatos de tacones para no dañar las aceras. Un pueblecito donde parar un rato, situado en el golfo de Carmel en el océano Pacífico, tranquilo y pintoresco, cuenta además con numerosas tiendas familiares donde el trato es magnífico.
De allí tomamos la "17 millas drive"  un bellísimo recorrido por la orilla de la bahía de Monterrey, una pena no poder parar en cada rincón para disfrutar de unas vistas y un paisaje privilegiado cipreses, acantilados. playas, campos de golf y la costa rocosa salpicada de casas espectaculares. 
Monterrey dónde toda la orilla de la bahía en su día fueron fábricas de sardinas comerciales, hoy es un paseo entre tiendas de souvenirs, tiendas de dulces y restaurantes asomados al mar, dónde pueden verse fácilmente jugueteando a leones y nutrias marinas. También en uno de sus extremos se ubica uno de los más famosos acuarios de Estados Unidos, el acuario de la bahía de Monterrey. Una pena no tener tiempo para verlo.
Y de nuevo en San Francisco nos queda un respiro para pasear por alguno de los muelles de fisherman's wharf, observar la tímida puesta de sol y tomar algo en las terrazas altas de la antigua fábrica de chocolates Ghirardelli. 




























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