Madrid, San Francisco


... Y sobre las nubes a más de 12 mil metros de altura y a menos 58 grados centígrados uno vuelve a sentirse mínimo, sobrevolando el Atlántico, el sur de Groenlandia, la bahía de Hudson (Canadá), hasta San Francisco. Más de doce horas con la mochila cargada de ilusiones, en soledad sin estar solo, y sin embargo la plenitud interior, la sensación de llevarlo todo a buen recaudó en las emociones: las vivencias, los recuerdos, las personas a quién amas, todo lo que en definitiva somos. 

Glaciares
Partimos de Madrid a las 12:30 horas más o menos y tras 12 horas de vuelo aterrizamos en San Francisco a las 15:30 horas... Es ahí donde a tu cabeza no le salen las cuentas y necesita un tiempo para reiniciarse. 

San Francisco, 43 colinas con nombre qué descienden hacia la bahía y hacia el Océano Pacífico. A priori parece una ciudad muy especial. Hoy es un día de viaje cansado y tan solo saludamos muy de paso alguna de sus calles, pasamos bajo el Bay Bridge, al lado del Ferry Building, algunas travesías de China Town, una colorida zona italiana y ascendemos a Álamo Square para divisar desde la colina el centro de la ciudad y las aquí cinematográficas Painted Ladies,


casas victorianas de principios del siglo XX, la mayoría de ellas construidas con madera de secuoya. Aquí se dice que solo en esta ciudad hay cerca de 50,000.

... Y el día, o nosotros, no da para más.









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