Nueva York despedida
Zascandileando de nuevo la ciudad. No solo no duerme, tampoco se acaba nunca, Manhattan, Queens, el Bronx, Staten Island, Brooklyn, cinco dedos para una mano gigante, no da tiempo de enlazar nuestros dedos con los suyos, no da tiempo ni siquiera a chocar nuestras manos. Nos quedan tardes libres para despedirnos, para disfrutar de cualquiera de los innumerables rincones de la isla de Manhattan, para sobrevolarla o cruzar en el Ferry gratuito a Staten Island, solo por acercarnos un poco a la estatua de la libertad o simplemente ver alejarse el skyline del sur de la isla; o tomar una copa al otro lado del río en el Empire Outlet, desde donde hay unas vistas fabulosas. Pero no, no hay tiempo de todo, si acaso acercarse al barrio chino, al Soho, a lo que queda de Littel Italy, pasear por la Avenida Broadway, asomarse a cualquiera de las miles de tiendas diseminadas por todas partes, tomar una copa en el Rooftop Bar en el 230 Fifth desde donde las vistas del centro de la isla son francament